Una vez vino ella, entre palabras de aliento, y caramelos, queriendo enseñarnos el momento en el que estábamos tan sin aliento, pero fue en vano. Otro día se armó de valor y volvió a la misma casa, encontró otra postura de manera diferente... De repente la gente ya no quería escuchar su palabra, ellos se habían alejado demasiado, mucho más que su entendimiento, y una lágrima cayó por su mejilla mientras comentaba a su marido que nunca iba a volver a ese sitio!!!!.
Esas personas que se habían alejado de manera tan brusca y nada precisa, levantaron el teléfono para que se oyera una tímida voz pidiendo perdón y pidiendo una nueva oportunidad. Volvieron arrepentidos gracias a que alguien más decidió perder su tiempo en dar el último consejo, sin esperar que nada de aquello fuera a cambiar sino que sucedió de manera natural. Esa es la verdad y todo es así...
Saludos desde mi rincón
Driadea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aqui tu mensaje: