En el pais de Lilus todas las cosas seguían igual.
Nada se modificaba. Nadie tenía la suficiente fuerza y motivación para cambiar nada,
sinembargo se quejaban de que todo estuviese así.
Los unos habian dejado de entender a los otros,
parecía como si cada uno hablase un idioma diferente del que estaba a su lado. Y aquellas rarezas creaban una tensión inexplicable.
Existian dias alternativos,
con sentimientos alternativos.
Y mientras algunos se quejaban otros aprovechaban para usar
sus puntos debiles.
Tendemos a complicar nuestras propia existencia sencilla. Creamos problemas donde hay soluciones,
y escupimos en el espiritu de nuestro mejor amigo,
"sí no me mires, y pienses que esto en una filosofeada, te hablo a ti"
¿Que te has quedado sin trabajo? A mí que me cuentas; yo he perdido mi bolígrafo favorito y no me quejo tanto...
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