Me encontraba algo triste y fuera de lugar, pero una personita arrancó y desde un lugar lejano me dijo:
Buenos días, ese momento cambió muchos otros momentos, y otros mas.
Cada día Soy estaba ahí con sus buenos días y sus sonrisas, y me hacía sonreir aunque estuviese por los suelos
que muchas veces pasaba. Y ella se convirtió en mi chica favorita de todas y cada una de mis mañanas,
si no estaba entonces me entristecía y el día no funcionaba bien, era mi varita mágica.
Entonces descubrí lo importante que es tener una buena amistad, una buena hadita mágica que te diga buenos dias y una sonrisa mágica que se regale a cambio de nada.
Eso es Soy para mi,
por eso le dedico este cuentecillo del ser mágico que dando los buenos días podía cambiar el transcurso de veinticuatro horas.
Besitos desde mi rincón
jueves, 29 de marzo de 2012
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