Caminaba pisando los charcos, sin rumbo fijo y sin importarle las gotas que caían sobre ella
tan lentamente. Dmt iba hacia su destino, sabia todo lo que le esperaba, y lo que tenia que hacer
pero no media las consecuencias nunca, y asi era ella.
Siempre llevaba consigo tres cosas, su tabaco, su ipod y su cacao de labios, era infalible, era su
kit de supervivencia, y sonreía cuando lo pensaba. Era demasiado impulsiva e irracional la mayoria de las veces.
Pero asi era ella, y asi se declaraba ante el mundo entero.
Se encaminaba a ver a alguien por el que sentía un montón de cosquillas raras que no debía sentir,
tenía incluso sensaciones incómodas, pero una rara atracción la llevaba hacia todo aquello, y lo que tenía claro era que Dmt no se detenía nunca. No mentía, aquello la llenaba hasta límites infinitos, a pesar de que hubiese perdido los zapatos por el camino para llegar alli,
Él le dijo con su aroma a azúcar moreno que todo ese sueño se rompería, y Dmt sintió frío pero a pesar de todo recordó que como decía una canción: "no eres la parte para ser una persona eres la duda de mi mente cuando me voy a la cama...", y posiblemente saltaría sin paraguas como siempre, con sus botas grises y su bolsa y sonreiría igual, aunque tuviese sabor a chocolate!!!!!!!
saludos desde mi rincón
miércoles, 21 de diciembre de 2011
sábado, 12 de noviembre de 2011
El Angel I carta
A ti no puedo mentirte,
no soporto pensar que ya no estás aqui, que de alguna manera continuas con nosotros,
pero que te has idos, no logro comprenderlo. No me hago, ni quiero hacerme a la idea
de que te hayas marchado, sin preocuparme todas esas cosas estúpidas de la edad y la
enfermedad,
la verdad es que te necesito aún.
Que no volveré a escuchar tus riñas, que no veré tu risa, que no te veré trabajando
en el campo, que no te oiré. No puedo. Lo intento pero me es imposible. Qué tengo que
hacerlo dices?, no de momento, no.
No quiero decirte simplemente adios, no quiero.
no soporto pensar que ya no estás aqui, que de alguna manera continuas con nosotros,
pero que te has idos, no logro comprenderlo. No me hago, ni quiero hacerme a la idea
de que te hayas marchado, sin preocuparme todas esas cosas estúpidas de la edad y la
enfermedad,
la verdad es que te necesito aún.
Que no volveré a escuchar tus riñas, que no veré tu risa, que no te veré trabajando
en el campo, que no te oiré. No puedo. Lo intento pero me es imposible. Qué tengo que
hacerlo dices?, no de momento, no.
No quiero decirte simplemente adios, no quiero.
viernes, 26 de agosto de 2011
La Sirena en la montaña!!!!
Fuera de lugar,
sssccchhhhhiiiittttt: secreto!!!!, dentro de un bosque
mi piernas se mueven bien, respirar aire puro y fundirme
en mil tonalidades verdosas,
pero echo de menos mi agua... tan lejos, tan profunda y tan
azul. Tan cálida .... lejana.
Fuera de mi habitat,
pero llena siempre de purpurina, repleta de ilusiones aparcadas
que luchan por salir, para compartir, con mi alrededor tan
gris...: y tengo que deciros de alguna manera, que necesito
que seais cálidos como el mar que tanto necesito.
Besos desde mi rincón
sssccchhhhhiiiittttt: secreto!!!!, dentro de un bosque
mi piernas se mueven bien, respirar aire puro y fundirme
en mil tonalidades verdosas,
pero echo de menos mi agua... tan lejos, tan profunda y tan
azul. Tan cálida .... lejana.
Fuera de mi habitat,
pero llena siempre de purpurina, repleta de ilusiones aparcadas
que luchan por salir, para compartir, con mi alrededor tan
gris...: y tengo que deciros de alguna manera, que necesito
que seais cálidos como el mar que tanto necesito.
Besos desde mi rincón
sábado, 26 de febrero de 2011
Un hada que se perdió dentro de sí misma
Escuché un día por casualidad en un lugar que ayer desapareció esta historia:
"Habia una vez, una chica a la que le habían dado el grado de hada madrina, era feliz haciendo
realidad los sueños y deseos de los demas, y todas las personas que vivian a su alrededor estaban
gratamente satisfechas. Sus ojos eran oscuros, pero a ella le encantaba cambiarselos de color, y su
cabello nunca permanecia tampoco peinado igual, tambien tenia zapatos de todos los colores pero siempre los combinaba con calcetines de rayas que se
colocaba al reves, y con sus excentricidades los dias transcurrian siempre pendiente de los demas.
Todo en su mundo era alegria pues amaba y se sentía amada, pero un día caminando por la playa
se encontró a un mago que parecia esperarla, le explicó delicadamente que su trabajo no estaba
siendo el correcto y que si no cambiaba le quitarían sus poderes. El hada enmudeció ante aquel anciano,
pues no sabía que decir, penso rapidamente en todo lo que ella creia bien hecho y no logró encontrar
el fallo. El mago le habló asi: "Eres una persona de gran corazón, y por eso todo el mundo acude a ti,
pero tú no puedes cumplir todos y cada uno de los deseos de los demás pues un hada no está al
servicio de todo el mundo sin excepción, has de saber escoger a quien tienes que ayudar y a quien no.",
y sacó un gran espejo en el que le mostró cada una de las personas a las que había ayudado y que se
mofaban y aprovechaban de ella, criticando su forma de apariencia y ser, y no saciandose de pedirle
continuamente deseos.. El hada lloraba desconsoladamente pues no sabía que hacer, hasta que ella misma
revelo desde lo más hondo de su corazon la solucion: "Ya no quiero estos poderes porque si los siguiera
teniendo mi naturaleza no cambiaría y aunque se aprovecharan continuaria ayudandoles. Quiero poder hacer
realidad los sueños de las personas que realmente me quieran y yo pueda ayudar por mi misma y por lo que soy", y al decir estás palabras se sintió de nuevo liberada y en paz. El mago se fue con una sonrisa y los
poderes del hada, pero le había regalado algo que nadie podría quitarle que era la paz y la verdad.
Y se marchó de nuevo con sus ojos diferentes, sus botas moradas, y sus ganas de abrazar a los suyos.
Saludos desde mi rincón
"Habia una vez, una chica a la que le habían dado el grado de hada madrina, era feliz haciendo
realidad los sueños y deseos de los demas, y todas las personas que vivian a su alrededor estaban
gratamente satisfechas. Sus ojos eran oscuros, pero a ella le encantaba cambiarselos de color, y su
cabello nunca permanecia tampoco peinado igual, tambien tenia zapatos de todos los colores pero siempre los combinaba con calcetines de rayas que se
colocaba al reves, y con sus excentricidades los dias transcurrian siempre pendiente de los demas.
Todo en su mundo era alegria pues amaba y se sentía amada, pero un día caminando por la playa
se encontró a un mago que parecia esperarla, le explicó delicadamente que su trabajo no estaba
siendo el correcto y que si no cambiaba le quitarían sus poderes. El hada enmudeció ante aquel anciano,
pues no sabía que decir, penso rapidamente en todo lo que ella creia bien hecho y no logró encontrar
el fallo. El mago le habló asi: "Eres una persona de gran corazón, y por eso todo el mundo acude a ti,
pero tú no puedes cumplir todos y cada uno de los deseos de los demás pues un hada no está al
servicio de todo el mundo sin excepción, has de saber escoger a quien tienes que ayudar y a quien no.",
y sacó un gran espejo en el que le mostró cada una de las personas a las que había ayudado y que se
mofaban y aprovechaban de ella, criticando su forma de apariencia y ser, y no saciandose de pedirle
continuamente deseos.. El hada lloraba desconsoladamente pues no sabía que hacer, hasta que ella misma
revelo desde lo más hondo de su corazon la solucion: "Ya no quiero estos poderes porque si los siguiera
teniendo mi naturaleza no cambiaría y aunque se aprovecharan continuaria ayudandoles. Quiero poder hacer
realidad los sueños de las personas que realmente me quieran y yo pueda ayudar por mi misma y por lo que soy", y al decir estás palabras se sintió de nuevo liberada y en paz. El mago se fue con una sonrisa y los
poderes del hada, pero le había regalado algo que nadie podría quitarle que era la paz y la verdad.
Y se marchó de nuevo con sus ojos diferentes, sus botas moradas, y sus ganas de abrazar a los suyos.
Saludos desde mi rincón
miércoles, 26 de enero de 2011
La mujer perdida...
Caminaba sola, despacio y perdida. Vagaba entre mil pensamientos y el suelo se mojaba de manera continua con la lluvia.
A ella no le importaba, el dolor interno era tan inmenso que tampoco se habia dado cuenta de que hacía mucho frio. Tal vez ella no lo sintiera, sus pensamientos la obsesionaban y no encontraba ninguna respuesta a su vida desordenada.
Cuando pierdes todo lo que te importa en la vida lo que te queda
es ese vagar perdido por las calles sin protección. No lloraba,
y de repente se dió cuenta de que estaba empapada y caminó deprisa para buscar refugio. Miró alrededor, su reloj marcaba las dos de la
madrugada y la mayoria de los bares estaban cerrados, se quitó la
blanca chaqueta y se cubrió la cabeza, seguía sin distinguir con claridad donde se encontraba. Sintió dolor en las manos que estaban heladas y se dió cuenta de que tenía que encontrar rapidamente
algún lugar...
A ella no le importaba, el dolor interno era tan inmenso que tampoco se habia dado cuenta de que hacía mucho frio. Tal vez ella no lo sintiera, sus pensamientos la obsesionaban y no encontraba ninguna respuesta a su vida desordenada.
Cuando pierdes todo lo que te importa en la vida lo que te queda
es ese vagar perdido por las calles sin protección. No lloraba,
y de repente se dió cuenta de que estaba empapada y caminó deprisa para buscar refugio. Miró alrededor, su reloj marcaba las dos de la
madrugada y la mayoria de los bares estaban cerrados, se quitó la
blanca chaqueta y se cubrió la cabeza, seguía sin distinguir con claridad donde se encontraba. Sintió dolor en las manos que estaban heladas y se dió cuenta de que tenía que encontrar rapidamente
algún lugar...
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