Me preguntaba si realmente existirían las hadas, pero elegí el momento de sacar despacio, un cigarro y no seguir mirando en otra dirección que no fuera la puesta en un principio, siguió caminando sintiéndose como un ser elemental, mitológico, con un gran corazón y la falta de dos alitas...
Recuerdos desde mi rincón
Driadea