Un día después de muchos más, irremediablemente lo encontré. Era uno de esos días en que las nubes sabían a chocolate, la fuerza y el brío de aquel pequeño valiente, me resultaba muy conocida. Vacilando sonrió. Y su cara era tan especial, y buscando las palabras encontré una: "único".
Busque en mi interior para encontrar ese gran valor que tanto me hacía falta. Aquel orgullo tan grande que sentía por esa personita, algo tan grande que definía la palabra felicidad...
De repente me vino a la imagen aquel niño que llevaba un peto de color amarillo, que lo hacía irresistible y enseguida podía cogerlo antes de que cayera. Búscalo me decía algo en mi interior. Aquel pequeño valiente se había convertido en un hombre fuerte y constante. Aquel que una vez saboreó las nubes dulces...
Se despidió de mí desde el interior de sus canciones y aquellas imágenes tan inevitablemente arrebatadoras.
Saludos desde mi rincón